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El origen del tatuaje, se remonta incluso 12 mil años atrás, aunque los primeros restos daten de hace 5 mil años. Un arte practicado por diferentes culturas, castigado durante ciertos períodos (casualmente de fuerte religiosidad) y rescatado de tierras exóticas hasta prevalecer en pleno siglo XXI. Y es que el tatuaje actual es el perfecto resultado de su propia historia.
El mundo del tatuaje nos parece algo tan moderno que, posiblemente, no nos hayamos percatado del hecho de que este arte es realmente milenario y, quizás, uno de los primeros en conocerse en la Tierra. Pero no nos adelantemos, la historia del tatuaje es tan larga como fascinante.

Origen del Arte Corporal

No se sabe con exactitud, pero se cree que este arte era conocido por numerosas culturas alrededor del mundo, pero practicado de forma diferente. Se apunta a los hombres euroasiáticos del periodo Neolítico como los primeros «tatuadores», hace más 5 mil años, a juzgar por los restos encontrados a finales del siglo XX, en Siberia y el delta del Danubio.
A partir de entonces, se sabe que en Egipto, lugar del que provienen los pigmentos de henna (que se convertiría también en un fenómeno en el sur de la India), las mujeres eran tatuadas para representar su estatus social y muchos momias eran marcadas.
Al mismo tiempo, la cultura celta y germánica utilizaban el arte del tatuaje con fines bélicos; los japoneses tatuaban figuritas de barro que acompañaban a los difuntos en su camino al paraíso, y los aztecas tatuaban especialmente a los niños con tal de rendir tributo a dioses como Quauhtli.

Muerte y Resurrección del Tatuaje

Como sucede con otras muchas formas de expresión, el catolicismo y la férrea mentalidad de la Edad Media llegó a prohibir los tatuajes, concebidos como una mutilación al cuerpo heredado por Dios. Esta condena fue seguida también durante el período de colonización que precederían a este oscuro tramo, en el siglo XV.
Al llegar a las islas de la Polinesia o el Nuevo Mundo, los colonizadores europeos fueron exterminando este arte de las pieles nativas, si bien, en 1771, el explorador Thomas Cook, exportó el arte a la alta sociedad occidental, simbolizando un nuevo movimiento en el mundo del tatuaje.
Los marineros fomentaron la cultura del tatuaje extraída de exóticas tierras como Gabón y Nueva Guinea, cuyas tribus practicaban el tatuaje, o la islas polinesias de Samoa o Tahití donde posiblemente encontramos la influencia más directa de los tatuajes actuales. De hecho, la palabra tatuar procede del vocablo tatau, el cual significa «marcar algo». Se cree que los polinesios o maoríes lucían tatuajes con fines ceremoniosos, religiosos y bélicos, si bien estos también exportarían su arte hasta los actuales Estados Unidos antes de la colonización.

Tatuajes tal y como los conocemos hoy

A partir de entonces comenzó a existir una concepción diferente del tatuaje en Occidente. El primer tatuador oficial conocido en Occidente fue Martin Hilderbrandt, el tatuador oficial de los bandos de la Guerra Civil Americana. A partir de entonces los tatuajes eran lucidos por bohemios de los bajos fondos y artistas circenses, permaneciendo dormido para el gran público hasta los años 70.
A partir de esta década, impulsado por el movimiento hippy y una particular revolución de la libertad de expresión, el tatuaje volvió a aparecer en Occidente hasta convertirse en el fenómeno que sigue siendo hoy día.
Te ha sorprendido la historia del origen del tatuaje? Como ves es parte de la sociedad desde la antigüedad, no es una moda o algo para tomar a la ligera… Es parte de tu identidad o de algún momento importante de tu vida..

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